Mi pasado.
Una oveja negra, pero de libre pastoreo. Así es como podría resumir mi vida.
Soy la menor de tres hermanas. Las tres crecimos con mi padre, por motivos que algún día leerán en alguno de mis textos, mi madre se fue de casa cuando yo tenía tres años. Así que crecí sin mamá. Ahora todo bien, cero hard feelings, pero ya se imaginarán lo dificultosas que fueron mi infancia y mi adolescencia.
Y digo que soy una oveja negra porque, de toda la bola de primos y primas que tengo, yo siempre he sido “la rara” que ha hecho las cosas diferentes. A la que ya se le fue el tren, la que se va a quedar a cuidar gatitos y todas esas cosas. Podríamos pensar que, en estos tiempos, ya no es tan raro, cada vez más mujeres se desmarcan de las ideas preconcebidas socialmente, pero, hablando por mi experiencia, en mi familia, sigo siendo la rara.
Soy la rara que tuvo el valor de irse con 17 años a Estados Unidos, de mojada, con la motivación de aprender inglés y procurarse un mejor futuro. (No se asusten, ya estoy perdonada por la ley gringa. La crónica completa de mi cruce por la frontera la podrán leer pronto en mi novela, todavía inédita: My name is Chabela).
Gracias a que aprendí el idioma, pude trabajar y ganar “decentemente” para costearme una universidad privada. Tenía 22 años. Pongo entre comillas el “decente”, porque ganaba $7,000 pesos al mes por trabajar 40 horas semanales. La universidad me costaba $4,000 pesos, el restante lo utilizaba para transporte y comida. By the way, ahora que lo pienso, pude haber sido embajadora de la marca Great Value en esa etapa de mi vida, lástima que no tenía mente de tiburón en esos años. En fin, el resto de mi curriculum quizá ya lo saben o lo irán conociendo a través de mi escritura.
Y digo que soy de libre pastoreo porque, dada la circunstancia familiar, crecí muy a mi libre albedrio. Con un poco de guía de mi padre, pero no tanta porque se iba a trabajar la mayor parte del día; con un poco de guía de mis hermanas mayores, pero no tanta porque se iban a la escuela y tenían sus deberes; con un poco de guía de mi abuelo, pero no tanta porque, desde que me acuerdo, ya era viejito y más bien yo cuidaba de él; con un poco de guía de mis tías, pero no tanta porque ellas tenían a sus propios hijos para criar y cuidar; con un poco de guía de mis vecinas, pero no tanta porque “niña ya es noche, ya vete a tu casa a dormir”. Así que tuve que aprender a tomar mis propias decisiones desde muy pequeña, en ese contexto de libre pastoreo.
Y no crean, a veces sí me sorprendo yo misma de no haberme echado (tanto) a perder. Pero, pienso que (es solo una hipótesis mía) la vida, Dios, el universo, la providencia y/o pachamama, me dotaron de una intuición muy poderosa que me ha servido de catalizador para tomar las mejores decisiones. Siempre he escuchado una voz en mi interior: “por aquí sí, por aquí no”. A veces no comprendo a primera vista, por qué es que tengo que ir por tal o cual camino, pero el sentimiento es tan fuerte que me es imposible ignorarlo.
Hacerle caso a ese feeling extraño, siempre me ha llevado a tomar decisiones que me acercan más a mi verdadera esencia, a lo que me resuena más natural. O sea, si le hago caso soy más yo, si no le hago caso soy yo queriendo ser como otras personas. Casi nunca pasa lo segundo, pero ha pasado.
Actualidad
Sigo de libre pastoreo, buscando experimentar la vida de todas las formas posibles.
Me gusta mucho hacer ejercicio y poner a prueba mis capacidades físicas con distintos deportes.
Disfruto mucho del teatro, los museos, del cine, de los performances raros que nadie entiende (ni yo, pero me gustan).
Me gusta reflexionar sobre distintos temas: fitness, filosofía, arte, espiritualidad, desarrollo personal, neurociencia, nutrición, finanzas personales, autoconocimiento, etc. De hecho, creo que pude haberme ahorrado la lista, el tema es lo de menos, la base es que soy muy curiosa y me gusta aprender de todo.
Busco procurarme un entorno feliz todo el tiempo. Y casi siempre lo logro a través de la consciencia de mi presente: observo mis pensamientos, mis acciones y mis actitudes y recalculo si es necesario. El enfoque siempre es el mismo: acercarme a mi ser más sincero y vivir en armonía y en coherencia. Y funciona, promise que funciona y promise que así soy feliz.
Entonces, a través de este blog, espero lograr transmitirles un poco de la alegría que siento por la vida.
Futuro
Aunque procuro vivir en el presente, siempre apunto hacia metas y objetivos en el futuro. Y aunque he logrado mucho de lo que me he propuesto con anterioridad, todavía tengo bastantes sueños por cumplir.
Algunos ambiciosos, pero posibles:
- Publicar mis tres libros que están en el cajón
- Hacerme vegana
- Actuar en un teatro grande
- Dirigir teatro
- Dar una charla TED
- Hacer doblaje de dibujos animados
- Producir y dirigir cine documental
- Fundar una ONG para viejitos
- Ayudar más a la conservación de las tortugas marinas
- Aprender a tocar el piano
- Aprender otro idioma
Algunos más guajiros como:
- Trabajar con Guillermo del Toro
- Conocer a Oprah y a Will Smith
Y otros tan random como:
- Tocar la campana de una catedral
- Tener un creative room en mi casa en el cual pueda escribir en cualquiera de sus paredes
Así que, ya veremos cómo se me va desenvolviendo la vida. Por lo pronto, si ven el siguiente encabezado en los periódicos, “Una mujer es detenida por burlar la seguridad de la catedral de Guadalajara y hacer sonar las campanas sin autorización”, tal vez, sólo tal vez se refieran a mí… sáquenme de la cárcel no sean así.